- Situación:
Lugar de la provincia de Huesca, situado en las proximidades del río Flumen. Su altitud es de 467 metros sobre el nivel del mar. Dista de Huesca apenas 6 kilómetros. El gentilicio es tierzano.
El acceso al pueblo, arranca de la misma carretera de Barbastro a Lérida, en un desvío a la derecha frente a Quicena. Hay que cruzar el puente sobre el rio Flumen para llegar al casco urbano antiguo, que se asienta en la llanura, cerrado de fértiles terrenos de cultivo. El trazado de las calles, sin embargo, resulta tan caprichoso como irregular. Los edificios se ofrecen sensiblemente reformados.
- Historia del municipio de Tierz.
El topónimo Tierz tiene origen romano, y proviene de "tertium milliarium", según algunos historiadores, intentando significar que existen unos tres mil pasos de distancia a Tierz, desde un lugar determinado (con mucha probabilidad, la Osca romana).
Por lo que respecta a la historia del lugar, probada queda la dependencia del vecino monasterio de Montearagón, pues consta ya una primera donación de Sancho Ramírez en 1093. El 16 de Agosto de 1097, Pedro I de Aragón dio al monasterio de Santa Cruz de la Serós las casas que su tía Sancha había tenido en Tierz.
El 1 de Octubre de 1134 Ramiro II de Aragón dio el lugar, con todos sus términos, al monasterio de Montearagón. Siglos después, el 18 de Agosto de 1391, Juan I formalizó la venta del lugar con el mencionado monasterio.
Andando el tiempo, el Abad de Montearagón fue cediendo casas y tierras a los vecinos de Tierz, hasta que se produjo la total transferencia en 1544, decretada por el entonces Abad, don Juan de Urrea.
Queda constancia, también, de que en Tierz existía una residencia de canónigos del vecino monasterio, los cuales fundaron en la iglesia parroquial la cofradía de Minerva, con función cada mes, al igual que la del Corpus.
El lugar ha mantenido hasta hace pocos años, un censo de habitantes similar al del pasado siglo XIX (algo más de 250 habitantes). En el siglo XV contaba con 11 fuegos, 2 cristianos y 9 musulmanes. Madoz, en 1845, reseñó 50 casas, 40 vecinos y 247 almas.
Pero Tierz se anuncia próspero y prometedor en su crecimiento urbano. Nuevas y jóvenes familias ocupan la zona moderna, de viviendas unifamiliares adosadas, que no paran de construirse, entre el puente del río Flumen y el casco antiguo del pueblo.